En blanco y negro. La batalla de los opuestos... tan antigua como el tiempo mismo... cobra vida en Othello. Sus orígenes son en parte occidentales y en parte orientales. Otelo es tan fácil de aprender como las damas, pero tan fascinante como el ajedrez.

Juega contra un amigo o contra la computadora Othello en cuatro desafiantes niveles de habilidad. Tú juegas con las fichas negras y tu oponente juega con las blancas. Atrapa sus fichas entre dos de las tuyas y cámbialas a tu color. Un movimiento puede cambiar todo el juego. Encontrar ese movimiento es el secreto de Othello. Por eso se necesita un minuto para aprender... ¡pero toda una vida para dominarlo!